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“Aprender más, aprender siempre, aprender para toda la vida”

Dolors Reig

Foto del escritorJessica Sánchez Rodríguez

Hacia la Sociedad del Conocimiento y de la Información. El rol del docente en ellas.

Actualizado: 3 ene 2019

¡Hola a todos! En esta entrada, vamos a tratar una temática desarrollada en clase acerca de la Sociedad de la Información y el Conocimiento y el papel del docente en ella.


En sus inicios, el término de "Sociedad de la Información" se asientan en la década de los 60 y surge como consecuencia del proceso económico en el que los sectores primario y secundario pierden liderazgo, dando paso al nuevo sector, denominado "sector servicios". Según indica Castells (1999), surge una nueva era: la era de la información, la cual ha tenido cavidad en el tercer sector. El impacto que tuvieron las nuevas tecnologías, llamadas actualmente las Tecnologías de la Información y la Comunicación, se extendió por toda la sociedad, en ámbitos como la política, la economía y, en nuestro caso, la educación; lo que provocó un cambio de pensamiento y la percepción del mundo. (Forero del Moreno, 2009) Asimismo, la digitalización y el procesamiento de la información se expandieron a todas las actividades económicas, sociales y culturales.


Según nos indica Sanz-Magallón (2000), la Sociedad del Conocimiento se manifiesta como consecuencia de los cambios que incitan en la sociedad un conjunto de innovaciones tecnológicas producidas en los tres sectores convergentes de aquel entonces: la informática, las telecomunicaciones (en especial Internet) y los medios de comunicación.


"El mejoramiento de la calidad en la prestación de los servicios fue uno de los factores que incidieron en el avance tecnológico. La generación, el almacenamiento, la distribución y el procesamiento de la información se constituyeron en nuevas actividades, que transformaron el trabajo y el empleo a nivel mundial. Esta acumulación creciente de información provocó la necesidad de seleccionar, evaluar y aprovechar adecuadamente éste acervo de datos." (Forero del Moreno, 2009)

En cuanto a la definición que podemos dar sobre la Sociedad del Conocimiento, podemos decir, tomando como referencia a Sanz-Magallón (2000), que es aquella sociedad en la que los ciudadanos pueden acceder ilimitadamente y de manera inmediata a la información y en la que su procesamiento y transmisión proceden como factores decisivos en las acciones que realizan dichos ciudadanos, desde sus relaciones económicas hasta el ocio y la vida pública. En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, que tuvo lugar en Ginebra en el año 2005, se expuso que dicha sociedad transformada debe no sólo comunicar de una manera diferente, sino compartir el saber, teniendo en cuenta la heterogeneidad y la diversidad de culturas de la sociedad en general.


Una de las características que podemos destacar como relevantes en la Sociedad del Conocimiento es la capacidad de innovar y sólo a través de la comunicación del conocimiento se puede conseguir esta competencia. Otra característica a barajar es la existencia de redes de comunicación, mediante las cuales se intercambia la información a distancia y desde cualquier parte del mundo. Esta comunicación a través de dispositivos móviles puede generar la formación de comunidades virtuales de aprendizaje en red, donde se rompen las barreras físicas y promueven la interacción.


Asimismo, los cambios no sólo se produjeron en el ámbito económico, sino que también sucedieron una serie de cambios en la educación. En este caso, la Sociedad del Conocimiento adopta una visión diferente en la educación a causa de la autorrealización, donde lo importante no es sólo saber, sino saber aprender, es decir, ser competentes en el manejo de la infraestructura tecnológica y en la gestión del conocimiento. (Castells, 1999; Forero del Moreno, 2009)


Es aquí donde Fernández Muñoz (2001), quien parafrasea a Escolano Benito (1996), nos indica los tres papeles básicos del docente competente en las TIC en la Sociedad del Conocimiento: en primer lugar, está el papel técnico, el cual permite al docente ser el guía y el facilitador en el aprendizaje de los alumnos, debe ser el "ingeniero de la instrucción". En segundo lugar, encontramos el papel asociado a los aspectos éticos y socializadores de la profesión, en el que el docente debe constituir un marco de referencia para sus alumnos en cuanto a los valores y actitudes que muestra; por otro lado, debe ser juez evaluador, "el docente desempeña una función fundamental de control social, al legitimar través del sistema de exámenes, calificaciones y grados los prerrequisitos del orden meritocrático e influir en las estrategias de reproducción, movilidad, igualitarismo y compensación." (Fernández Muñoz, 2001) En tercer y último lugar, el papel del docente se vincula a la satisfacción de las necesidades de autorrealización de los individuos en formación y de sus demandas de bienestar.


"Desde esta perspectiva el perfil del docente debiera configurarse como un profesional atento a todas las posibilidades de comunicación que el medio le ofrece, para hacer más adecuado, exitoso y atractivo el proceso de aprendizaje de los alumnos. Un maestro que revise críticamente su propia práctica desde la reflexión de sus intervenciones como docente, y que pueda ayudar a sus alumnos a "aprender a aprender" en una sociedad cambiante y en constante evolución." (Fernández Muñoz, 2001)

A modo de cierre, me gustaría añadir que el rol del docente cambia por completo en el momento en que entran en juego las TIC, hay que satisfacer las necesidades de cambio que la sociedad demanda y es por ello por lo que desde nuestra mención estamos aprendiendo cómo adaptar las TIC a dichas necesidades, intentando cambiar el método tradicional al método más tecnológico. Por último, desde aquí os lanzo una pregunta: ¿creéis que las TIC, en un futuro, dominarán el ámbito educativo, teniendo en cuenta la mayoría de profesores que utilizan el método tradicional?


Espero que os haya gustado esta entrada. ¡Os leo en comentarios! ¡Hasta la próxima!


Referencias bibliográficas:


Castells, M. (1999). La era de la información. Volumen I: La sociedad red. México: Siglo XXI Editores.


Fernández Muñoz, R. (2001). El profesor en la sociedad de la información y la comunicación: nuevas necesidades de la formación del profesorado. Docencia e Investigación: revista de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo, 26(11), pp. 19-30. Recuperado el 27 de octubre de 2018 de https://ruidera.uclm.es/xmlui/bitstream/handle/10578/6871/El%20profesor%20en%20la%20sociedad%20de%20la%20informaci%C3%B3n%20y%20la%20comunicaci%C3%B3n.pdf?sequence=4


Forero del Moreno, I. (2009). La sociedad del conocimiento. Revista Científica "General José María Córdova", 5(7), pp. 40-44. Recuperado el 26 de octubre de 2018 de https://www.redalyc.org/pdf/4762/476248849007.pdf


Sanz-Magallón, J. M. (2000). ¿Qué es la sociedad del conocimiento? Nueva Revista de política, cultura y arte. Recuperado el 26 de octubre de 2018 de https://www.nuevarevista.net/revista-sociedad/que-es-la-sociedad-del-conocimiento/

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